Sunday, July 27, 2008

EL ETERNO ESTUDIANTE


Xinjiang es la última frontera de China, la más alejada y un territorio en el que sus habitantes no parecen darse cuenta que ya no estamos en Asia Central. Los mismos hábitos, trajes parecidos y una ligera mejora en la oferta culinaria. Los mismos mercados ruidosos, carros tirados por burros y mujeres musulmanas cubiertas con velo. ?Pero, hemos entrado en China o no? Sí, hemos entrado, una estatua de Mao presidiendo la rutina diaria de Kashgar nos devuelve a la realidad.
Ansiosos por estar inmersos en la China de verdad, la del arroz y los ojos rasgados, dejamos atrás kilómetros de desierto. El terrible y bello desierto de Taklamakan, que antaño obligaba a las caravanas de la ruta de la seda a desviarse para evitarlo bien por el norte o por el sur.
Vamos rompiendo el viaje con paradas aquí y allá para descansar de las largas jornadas. Pronto asoman los primeros edificios de techos ondulados, y el extremo más occidental de la Gran Muralla nos anuncia el fin de tierras bárbaras. Se construyó para eso, para proteger la civilización de las hordas del norte. Hoy, de pie sobre sus muros en un mundo barbarizado, uno no sabe de que parte de la pared puede venir la catástrofe.
Nos sorprenden los elevados precios de cualquier visita turística, ya sea un paraje natural o un lugar histórico el viajero ha de rascarse el bolsillo pagando un precio desproporcionado con el coste de la vida diaria. Para mitigar ligeramente el quebranto que suponen las alocadas tarifas y, aprovechando el desentendimiento total, nos hacemos pasar por estudiantes debidamente identificados con nuestros flamantes D.N.I. El guarda de turno mira una y otra vez la extraña tarjeta hasta que, dándose por vencido, nos cobra la mitad del importe sin interesarse demasiado por nuestro aspecto de bachiller envejecido.
La barrera idiomática provoca situaciones a veces frustrantes, en ocasiones cómicas. Algunas veces nos esforzamos por nombrar los platos que nos apetece comer, otras señalamos al azar en el menú cualquier linea de símbolos que se ajuste al presupuesto. Las situaciones más complejas se dan a la hora de comprar pasaje, ya que a la menor duda, en vista de nuestra evidente extranjería, la cajera de turno nos manda a paseo sin hacer muchos esfuerzos por comprender a dónde queremos viajar. En estas situaciones hemos comprendido que la actitud de la "mosca cojonera" es la más efectiva y nos aferramos con las dos manos al mostrador para no soltarlo hasta obtener un billete de ida a nuestro destino.
El gran gigante, el dragón dormido, parece despertarse por momentos transformando en unos pocos años lo que permaneció estático durante siglos. En este proceso de modernización, aunque no todo sea negativo, nos da la impresión de que el partido regente con un sencillo juego de palabras, ha abierto las puertas al consumismo más salvaje sin abandonar la política represiva habitual. De esta forma la gran China milenaria se irá fundiendo poco a poco con occidente obligando a sus gentes a adaptarse como puedan a la nueva situación; como los monjes Shaolis que andaban por la calle dando un espectáculo circense para vender unas pocas baratijas.
!Cómprame pequeño saltamontes!