La primera nevada fuerte nos sorprende en Budapest en paños menores. Hechizados por la lenta procesión de copos de nieve, los vemos caer desde las piscinas descubiertas de Szcheny. Poco a poco, entre los vapores que levantan los contrastes de temperatura, los tejados se van tiñendo de blanco. Relajados por los efectos de las termas y por el inusual espectáculo de ver nevar desde la piscina, la tarde pasa en un suspiro.
El cuerpo pide algo de movimiento y acudimos a la cita con la banda local de rock. A duras penas encontramos el barco A38 anclado a las orillas del Danubio. Una larga cola espera junto a la puerta, demasiadas personas han tenido la misma idea que nosotros; otra vez será. Decepcionados por no poder entrar, nos batimos en retirada antes de que el frío agote definitivamente nuestras energías.
Los días y vamos descubriendo poco a poco los encantos que Budapest guarda para sus visitantes y descubrimos también que guarda alguna sorpresa al que, embelesado por la magia de la ciudad, baje la guardia. Paseando tranquilamente junto al río nos vimos envueltos en un falso control de pasaportes. Afortunadamente nuestros sentidos estaban alerta y el falso policía huyó con el rabo entre las piernas al comprobar que era él el sometido a un riguroso control de documentación.
-!Pasport plis!
-!Pasport plis!
-Ya, pero primero enséñanos tu documentación majo.
Con un rápido ademán de pistolero nos enseña un carné que lo mismo podría ser del sindicato de chorizos; e incansable repite su "pasport plis".
-Ya, ya, lo que pasa es que no hemos visto nada, ?puedo ver otra vez ese carné de juguete que tienes?
Y así acabo la cosa, de vez en cuando ser un tozudo tiene sus ventajas...
Lunes, esta vez son unos amigos de Kata los que tocan en el Godor Klub y la noche se alarga con un par de bandas más; regresamos a casa satisfechos por haber podido (esta vez si) ser testigos de la música que se hace por estas latitudes.
Un par de días mas deambulando por las calles nos aconsejan que retomemos el camino; la ciudad tiene mucho que ofrecer, pero nuestro viaje va creciendo en nuestra imaginación como una nube de azúcar de las que sirven en las ferias y hay que seguir avanzando si queremos llegar a Mongolia el próximo verano.
3 comments:
Que fenómeno el "poli". Al final el pardillo fue el.
Un saludo a ambos, que sigais disfrutando de este alucinante viaje. Ya estoy otra vez enganchao a tus historietas primo. Asi que seguid contando vuestras peripecias, que no tienen desperdicio.
Que recuerdos Budapest con la loca de Almu..esas termas... ummm qué ricas!!!
Y yo llegaré a través de la lectura diaria con vosotros a Mongolia...
un besazo y Salud!!!
Cris
Me ha encantado la foto en blanco y negro de las termas ;)
Besos
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